Si el mundo fuera de los niños,
no hubiesen habido dos guerras,
porque se hubieran construido más castillos de arena.
Habrían mucho menos banderas y fronteras,
se escucharían más risas que malas noticias
y la palabra feliz, sería desde luego más común.
Si el mundo fuese así,
la muerte sería menos entendible;
pero seguro, habrían más rosas en los panteones.
Las cosas se comprarían con intercambios y gracias
y el dinero no sería imprescindible,
por lo que la pobreza llanamente dejaría de existir.
Si el mundo fuera de los niños,
mi alma no reflejaría sus treinta y siete años,
que ya lleva consigo.
Yo tendría seis u ocho años nuevamente,
hubiera cumplido más promesas
y terminado de contar todas las estrellas del cielo.
La palabra perdón sería término frecuente de mi vocabulario.
Hubiera conocido con anticipación la pureza y la inocencia,
hubiera también caminado en mayor cantidad de parques
y tendría infinidad de versos escritos.
Comería más chocolates por las tardes
y endulzaría más mi vida con besos de amor.
El mundo no conocería la luna,
pero sí en Navidad a un Niño Jesús.
En verdad, el mundo si es de aquellos que fueron niños,
muchos dejando atrás una historia de infancia feliz.
Ahora, anhelo en demasía las tardes,
para seguir endulzando mi vida con besos de amor.
miércoles, 27 de marzo de 2019
miércoles, 20 de marzo de 2019
EL AMOR A LOS LIBROS
No
recuerdo exactamente el primer libro que leí, pero la aventura empezó cuando
escuchaba a mis padres hablar de los libros que leían. Desde infante, tuve
interés en leer y conocer un poco más el mundo. Intuyo que, hoy existe mayor
interés y amor a los libros que hace
unos años atrás, esto debido a las diversas Ferias de Libros que se
organizan. El mundo digital, permite tener acceso a libros
clásicos y contemporáneos. Personalmente, me he acostumbrado a leer libros
virtuales con los años. La experiencia de leer, no depende del medio, sino de
la esencia que se encuentra en la lectura. Los libros nos animan a vivir, a
imaginar, nos disipan de la tristeza y nos reconfortan en la alegría.
Mis
autores predilectos son Borges, por ser un creador casi perfecto de la ficción.
Su literatura argumenta la causalidad y todo lo leído lo plasma en versos y
prosa que enriquecen el buen oficio de escribir. Yo no comparto con el célebre
autor gaucho, su posible postura agnóstica, y digo posible porque su obra tiene
como esencia el infinito y el universo, como se aprecia en El Libro de Arena y en La
Biblioteca de Babel. Su mejor libro- a mi modesto aparecer- es El Aleph, un punto desde el cual se
ven todas las partes del universo. Admiro a Vallejo; por ser un creador de una
nueva forma de hacer literatura con su aire metafísico, su creativa estética y el uso de neologismos, unidos a un escritor que
forjó en su alma lo que le sucede a Dios y al hombre. Sus mejores libros me
parece que son: Los Heraldos Negros, Trilce y Poemas Humanos.
Leo
a Aristóteles, por su visión anticipada de la existencia de Dios; a Neruda,
porque tiene muchos versos de amor escritos metafóricamente; admiro a Einstein,
por su sabiduría y por la argumentación acertada del futuro de la tecnología en
la humanidad. Necesito leer a Gabriela Mistral por su ternura; a Amado Nervo, por
la huella continua de la divinidad entre sus egregios versos; al genial
apologético Gilbert K. Chesterton por su capacidad para argumentar y a nuestros
Víctor Andrés Belaúnde como Bustamante y Rivero, por su pensamiento acertado
sobre la realidad de nuestro país. También
he leído a autores distintos a mis
pensamientos. El existencialismo sartriano tiene una parte humana muy peculiar,
que valora el momento de vivir cada día; donde
la nada sí existe, porque al negarla no podría afirmar que el universo
existe. La nada es opuesta al universo. Marx se identificó inicialmente con la
injusticia a los obreros, pero como sostendría George Orwell, terminó siendo una
utopía. Y así podría citar a Camus, Heideguer, Vargas Losa, Mariátegui, …, quienes en sus ideas opuestas
hacen repensar las mías.
El
lector va teniendo una amistad con el escritor.
Eso es lo hermoso de los libros, porque al inicio hay dos personas que no se
conocen. En el transcurso de la lectura, el lector se identifica con uno o más
personajes, los hace propios y desea saber el desenlace. El final del libro
puede tener incógnitas para el lector. Yo no cierro los mejores libros, porque
no existiría sin ellos. Así es mi amor a los libros, que han hecho de mí un
bisoño escritor.
viernes, 15 de marzo de 2019
POEMA ROSA DE BELEN
Una rosa quiere dejarme el invierno para mi jardín.
yo se la pedí, le rogué que fuera eterna niña
y una noche de ansiadas estrellas,
bajo inconfundible mirada divina,
el regalo de inmenso amor se concedió.
Vino despierta, entre llanto y alegría,
me despertó al fulgor de la vida.
vino vestidita de cielo,
a tomar mi corazón de su guarida.
Era mi milagro de invierno,
la rosa que llegaba presagiando toda algarabía,
revestida de encanto,
llena de alma mía.
Y se unía a mi vida, otra vez mi vida
Sus ojitos, torrente de inocencia,
descubrían la semilla del padre.
La niña esperada,
llegaba con esperanza cantada.
Del pesebre tierno,
mi rosa de Belén,
la estrella que en la víspera llevará corazones
de regreso al edén.
yo se la pedí, le rogué que fuera eterna niña
y una noche de ansiadas estrellas,
bajo inconfundible mirada divina,
el regalo de inmenso amor se concedió.
Vino despierta, entre llanto y alegría,
me despertó al fulgor de la vida.
vino vestidita de cielo,
a tomar mi corazón de su guarida.
Era mi milagro de invierno,
la rosa que llegaba presagiando toda algarabía,
revestida de encanto,
llena de alma mía.
Y se unía a mi vida, otra vez mi vida
Sus ojitos, torrente de inocencia,
descubrían la semilla del padre.
La niña esperada,
llegaba con esperanza cantada.
Del pesebre tierno,
mi rosa de Belén,
la estrella que en la víspera llevará corazones
de regreso al edén.
miércoles, 6 de marzo de 2019
POEMA Y LLEGO LA POESIA
No sé si llegó temprano
o si llegó a destiempo,
no sé si llegó en otoño
o se revistió de encanto en invierno.
No sé si fue fugaz
o si fue lenta,
no sé si pidió permiso
o entró violenta.
No sé si es de ahora
o de antes,
no sé si está quieta
o permanece errante.
No sé si canta
o si baila,
no sé si llora
o solamente calla.
No sé si es alegre
o si es triste,
no sé si está sola
o a mí quiere unirse.
Creo que sueña,
y luego piensa,
me parece frágil cuando se ausenta,
se le escucha cuando habla.
Y llegó la poesía,
endiosada en laureles de letras,
me llamó y estaba durmiendo,
yo la sentía cerca.
Y sé que de improviso
arribó a mi puerto la bella poesía.
o si llegó a destiempo,
no sé si llegó en otoño
o se revistió de encanto en invierno.
No sé si fue fugaz
o si fue lenta,
no sé si pidió permiso
o entró violenta.
No sé si es de ahora
o de antes,
no sé si está quieta
o permanece errante.
No sé si canta
o si baila,
no sé si llora
o solamente calla.
No sé si es alegre
o si es triste,
no sé si está sola
o a mí quiere unirse.
Creo que sueña,
y luego piensa,
me parece frágil cuando se ausenta,
se le escucha cuando habla.
Y llegó la poesía,
endiosada en laureles de letras,
me llamó y estaba durmiendo,
yo la sentía cerca.
Y sé que de improviso
arribó a mi puerto la bella poesía.
viernes, 1 de marzo de 2019
POEMA SOFIA
A mi pequeña hija Belén
Yo
anhelaba tener dos niñas alegrías.
La
segunda tendría de nombre, Sofía.
El
tiempo no lo permitió.
Pero
para mí:
Belén
es siempre Sofía
y
Sofía es siempre Belén.
Sofía
tiene la alegría de la mañana, Belén también.
Belén
tiene una imaginación que anima, Sofía también.
Sofía
es todo saber,
Belén
es la casa del pan.
Sofía
hubiese nacido un día de otoño,
como
aquella inolvidable noche en que nació Belén.
Ella
tiene entre sus ilusiones de niña,
de
tener como hermana a Sofía.
Antes
de conciliar mi sueño, suelo decir:
Hasta
mañana Sofía, Hasta mañana Belén.
Sofía
es un ángel soñado,
Belén
ya no es tan niña como ayer.
Aunque
mis años transcurran con las noches
y no creo que llegue a conocer la vejez. Para
mí:
Belén
es siempre Sofía
y
Sofía es siempre Belén.
Antes
de conciliar mi sueño, suelo decir:
Hasta
mañana Sofía, Hasta mañana Belén.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)