miércoles, 3 de julio de 2019

POEMA HOMBRES DESCALZOS

La sonrisa del nuevo día ilumina a los hombres descalzos con sed. Vienen del frío nocturno, de una velada sin pan y sus ojos que esperan ser hombres de bien. El anciano que clama piedad y el niño mendigo, caminan en la vereda del olvido. Hombres descalzos y pobres, niños sin mal, se cubren de la misma lluvia; del desamor, se ríen bajo el mismo sol; el del amor. Esperan el alba con sueños de maná, sienten el olvido de un rostro de la humanidad, despiertan y duermen en la misma plaza. Son los huérfanos de la caridad. ¡Tanto vacío! ¡Tanto qué cambiar! ¡Tanto amor sin nido! Dejan plegarias los niños con sed a un mármol de catedral y un carpintero de Belén, labra el pesebre de una nueva humanidad. En caminos muy largos, he pisado algunas veces las mismas huellas de los hombres descalzos. Por esos caminos, es que deseo siempre andar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario